LOS CATÓLICOS Y EL HALLOWEEN

LOS CATÓLICOS Y EL HALLOWEEN

Soy Católico - No al halloweenAnte todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:

¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? Respecto de la conducta de los demás se puede leer el criterio de Nuestro Señor Jesucristo en Lc 6,31.

¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para «divertirse» ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro Señor Jesucristo del mal y lo malo en Mt. 7,17. Mt. 6,13. La Palabra de Dios nos habla de esto también en 1ª Pe. 3, 8-12.

¿Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana que nuestros hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas? ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo? ¡Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40

Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes del cine … ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías,  un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan? La Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, del enemigo de Dios en St. 4,7  1ª Pe 5,18  Ef. 6,11  Lc. 4,2  Lc. 25, 41

¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del halloween?

¿No es Halloween otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas?

Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en «aras de la diversión de los niños» ¿Qué diremos a los jóvenes (a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween) cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?

Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Sobre el tema de la paz podemos leer Fil. 4,9  Gál. 5,22. Ver qué dice Jesús sobre esto en Mt. 5,14  Jn. 8,12

Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el Halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.

LECTURAS MIERCOLES 27 DE AGOSTO 2014

Lectura de la Segunda Carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 3,6-10.16-18.
Les ordenamos, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que no traten con los hermanos que lleven una vida desordenada, y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros. Porque ustedes ya saben cómo deben seguir nuestro ejemplo.

Cuando estábamos entre ustedes, no vivíamos como holgazanes, y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al contrario, trabajábamos duramente, día y noche, hasta cansarnos, con tal de no ser una carga para ninguno de ustedes. Aunque teníamos el derecho de proceder de otra manera, queríamos darles un ejemplo para imitar.
En aquella ocasión les impusimos esta regla: el que no quiera trabajar, que no coma.
Que el Señor de la paz les conceda la paz, siempre y en toda forma. El Señor esté con todos ustedes. El saludo es de mi puño y letra. Esta es la señal característica de todas mis cartas: así escribo yo, Pablo. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 128(127),1-2.4-5.
¡Feliz el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,

serás feliz y todo te irá bien.
¡Así será bendecido
el hombre que teme al Señor!

¡Que el Señor te bendiga desde Sión
todos los días de tu vida:
que contemples la paz de Jerusalén.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23,27-32.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!
Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos,
diciendo: ‘Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas’!
De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen entonces la medida de sus padres!

Palabra del Señor

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Se habla mucho de que es de buen cristiano el tolerar todo, soportar todo y callar ante todo, y sin embargo, en ningún momento Nuestro Señor o los santos se comportaron como los bobalicones que la sociedad desea que seamos para no estorbar a los planes de las élites.

No, un cristiano –y cuando decimos cristiano decimos católico, pues toda secta protestante proviene del abismo ya que desprecian la voluntad de Dios para seguir la propia- debe ser alguien valiente para soportar las cruces que le vengan impuestas, y enfrentar -aunque sea solo- al mundo corrompido por el pecado para no caer en sus redes.

Igualmente, debe ser alguien suficientemente humilde para reconocer que todo lo bueno que hay en él proviene de Dios y que obra suya solo son sus pecados.

Debe ser alguien suficientemente mortificado y temeroso de Dios para apartar de su vida todo aquello que le aleja del camino de la santidad, personas incluidas.

San Pablo lo dice bien claro: Les ordenamos, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que no traten con los hermanos que lleven una vida desordenada, y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros.

Hasta ese punto hemos de llegar: hacernos violencia para evitar todo tipo de pecado.

No se han cometido mayores crímenes en la historia que aquellos hechos en nombre de la tolerancia. Y nosotros, como cristianos, no debemos aceptar el error ni rebajar la verdad salvífica de Cristo al punto de considerarla una mera opinión más en medio de tantas.

La Verdad es por naturaleza intolerante con todas las mentiras que la rodean, ya que por sí misma las excluye.

Pongamos un ejemplo para que a nadie escandalice esta afirmación:

Ante una verdad absoluta como que dos más dos son igual a cuatro, alguien puede presentarse vociferando contra intolerancia de dicha afirmación, argumentando que dicho resultado puede ser cinco, ocho o dieciocho en función de la opinión que tenga la persona, y que todas las respuestas son igualmente válidas y dignas de respeto.

¿Qué pensarían de esa persona?

Solo cabría una consideración para ella: que está loca, o bien, que nos está tomando el pelo, porque tal necedad no puede ser tomada de otra manera. Y si vemos que persiste en semejante estupidez nos acabaríamos alejando pensando que no tiene remedio.

Y esto que parece tan obvio en este ejemplo, se nos olvida cuando se atacan los dogmas de fe, que son VERDADES ABSOLUTAS E INFALIBLES, tan ciertas o incluso más que la fórmula del ejemplo. ¿Por qué entonces cuando se argumenta de la misma manera contra nuestra fe toleramos semejante necedad? ¿Porque es colectiva? Un necio no deja de serlo porque se agrupe con otros tantos y todos digan la misma necedad hasta la saciedad.

Por tanto, ante el error doctrinal, ante el pecado: tolerancia cero – sin olvidar la caridad con el prójimo, es decir, darle a conocer la verdad sin humillarle.

Aquellos que exigen el prototipo de cristiano bobalicón y los que los siguen en sus falsas doctrinas, solo merecen el apelativo de hipócritas, pues se parecen a los sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre.

Ellos parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad, hasta el punto de que en poco tiempo veremos como estos que proclaman paz y tolerancia para todos, en nombre de dicha tolerancia acabarán asesinando a los católicos que realmente sirvan al Señor como sus antepasados acabaron con los profetas y santos de los primeros tiempos.

Evitemos sus redes y sus mentiras.

LECTURAS MARTES 26 DE AGOSTO 2014

Lectura de la Segunda Carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2,1-3a.14-17.
Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya ha llegado.
Que nadie los engañe de ninguna manera. Porque antes tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el Ser condenado a la perdición,
El los llamó, por medio de nuestro Evangelio, para que posean la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta.
Que nuestro Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 96(95),10.11-12a.12b-13.
Digan entre las naciones: «El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud.»
Alégrese el cielo y exulte la tierra,

resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.
Griten de gozo delante del Señor,

porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23,23-26.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
Palabra del Señor

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En los últimos años están proliferando corrientes que afirman que el fin del mundo está cerca y que hay que prepararse para él de una determinada manera.

Ejemplo de esto es toda la campaña mediática sobre el 2012 y la supuesta revelación maya sobre el fin del mundo, tan difundida en cine, libros y televisión.

Sin embargo, vemos que estas ideas y corrientes catastrofistas no son nuevas. Ya San Pablo advierte de ellas a sus contemporáneos para que no se desvelen ni sean engañados por supuestos mensajes del Cielo que únicamente buscan sembrar pánico para condicionar a la población a actuar de una determinada manera olvidándose por supuesto de lo único necesario para la salvación de sus almas: el verdadero seguimiento de Cristo.

¡Cuántas familias engañadas vendieron todo lo que poseía para alquilarse un bunker y salvar a los suyos de la supuesta catástrofe que acontecería el 21 de diciembre de 2012 y que nunca llegó!

No nos dejemos engañar por nada ni por nadie. Ni siquiera debemos hacer caso a un ángel venido del cielo si éste nos trae un mensaje diferente al que hemos recibido.

Nuestro Señor volverá, eso es cierto. Pero antes de que eso suceda, el mundo que conocemos desaparecerá, los muertos resucitaremos y únicamente entonces le veremos venir como Juez.

Entonces, juzgará a cada uno según las obras realizadas en esta vida, y dictará sentencia irrevocable: unos al tormento eterno y otros a la gloria eterna.

Y esto no lo decimos nosotros: es dogma de fe y por tanto, la verdad.

¿Qué hacer entonces para ser considerados dignos del Reino de Dios y que se nos cuente en el número de los bienaventurados?

Nos lo dice el mismo San Pablo: Debemos mantenernos firmes en la fe y conservar las enseñanzas y tradiciones que hemos recibido de Jesucristo por medio de su Santa Iglesia y sus ministros.

Nuestro Señor nos lo advierte: en ese día no cabrán dobleces, ni medias tintas, ni apariencias, pues ante Dios, que todo lo ve y todo lo sabe, de poco vale limpiar el vaso por fuera, es decir, aparentar que se es bueno cuando el corazón rebosa de malicia.

Esforcémonos, por tanto, con la ayuda de Dios, en llevar una vida íntegra, una vida santa, para que en el día que seamos llamados a presencia de Dios, no tengamos que avergonzarnos.

EVANGELIO MIERCOLES 12 DE FEBRERO 2014

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 7,14-23.
Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: «Escúchenme todos y entiéndanlo bien.
Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!».
Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron por el sentido de esa parábola.
El les dijo: «¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo,
porque eso no va al corazón sino al vientre, y después se elimina en lugares retirados?». Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos.
Luego agregó: «Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro. Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino. Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre».

Palabra del Señor

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Las nuevas tendencias espirituales actuales vuelven a resurgir ese antiguo fantasma de los alimentos puros e impuros, y muchos católicos caen en sus redes argumentales por su falta de formación y esa aparente “buena voluntad” que no es más que ingenua temeridad.

Pero no solo nuevos alimentos, sino nuevas formas de replantear el cristianismo se han difundido por lo largo y ancho del mundo, desacralizando las buenas prácticas, y llevando a las gentes a un relativismo moral que únicamente sirve para acabar en lo más profundo del abismo.

Nuestro Señor nos ha advertido sobre los falsos profetas y las estrategias del enemigo para desviarnos de la Verdadera y Santa Doctrina que conduce al Cielo, pero lo cierto es que incluso buenos católicos son engañados con pretextos humanistas, o al menos, puestos en duda por aquellos que solo buscan la pérdida de las almas.

Católicos, fieles del Señor, ¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender?

Todas estas nuevas “modas espirituales” no sirven de nada. Les dan mil vueltas a cosas sin sentido y dejan de lado lo más importante, que es el someterse a la Voluntad de Dios, rebajarse al extremo, poner nuestra meta únicamente en el Cielo y aceptar la Cruz de cada día confiando en que tras este calvario llegará la gloria eterna.

Mucho se habla de la fuerza del “yo interior” y la necesidad de autocomplacencia para obtener la sanación psicológica tan apreciada en estos tiempos, sin embargo, Nuestro Señor nos advierte que es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino. Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre.

Por tanto, tengamos cuidado con estos embaucadores, que vienen a nosotros con piel de cordero pero son en verdad lobos rapaces. Nuestro mayor enemigo, a parte del demonio y el mundo, es la propia carne, es decir, las pasiones de este yo interior que tanto quieren promover. Y la única forma de vencerle es negarse a uno mismo.

Procedamos así, carguemos con las cruces que el Señor nos envíe y sigámosle confiados, sirviéndole hasta nuestro último aliento.

EVANGELIO MARTES 11 DE FEBRERO 2014

Lectura del Evangelio según San Marcos 7,1-13.

Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús,
y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.
Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?».
El les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos.
Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres».
Y les decía: «Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios.
Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte.
En cambio, ustedes afirman: ‘Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte…’
En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre.
Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!».

Palabra del Señor

Este evangelio, viene como anillo al dedo a los tiempos en los que vivimos, en los que el catolicismo se ha convertido en una especie de organización humanitaria para paliar los males y sufrimientos terrenales que aquejan al ser humano en lugar de buscar la salvación de sus almas.

Ese “ama al prójimo y haz lo que quieras”, no es el mandato divino, sino un antropocentrismo satánico fundamentado en el ego de la raza humana que se atreve a crear un dios a su imagen y semejanza que le sirva en todas sus necesidades.

 Esto NO ES la enseñanza de Cristo, que pide que renunciemos a nosotros mismos y nos sometamos a Dios, le amemos y cumplamos su voluntad por encima de todo.

Y en consecuencia, cualquiera que anuncie un evangelio diferente a este, por muy bonito que suene, no enseña la verdad de Cristo sino una doctrina de hombres.

«¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos.
Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres»

Hacer el bien puede ser algo muy loable, pero de nada sirve dar la vida si uno no ama al Señor.

Esforcémonos en permanecer en la verdadera y santa doctrina de Cristo cumpliendo a cada instante la voluntad del Señor, pese lo que pese, duela lo que duela.

EVANGELIO LUNES 9 DE FEBRERO 2014

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 6,53-56.
Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.
Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba.
En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.

Palabra del Señor

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En los tiempos en que vivimos, lo que tiene que quedarnos total y absolutamente claro para evitar desviaciones doctrinales influenciadas por el veneno de la Nueva Era, es que Nuestro Señor no es un maestro más entre muchos, no es un hombre más que dio su vida por defender un ideal, ni un maestro elevado con  capacidad de sanación como quieren hacernos creer.

 No, Nuestro Señor, no es un hombre más.

Nuestro Señor, es el Hijo de Dios y es Dios mismo. Es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Es Dios hecho hombre.

Son numerosas las escenas en las que Nuestro Señor aparece curando a los enfermos, pero hemos de entender que Él no vino a la tierra para curarnos y librarnos del mal reinante en el mundo que hemos engendrado con nuestro pecado.

El vino a sufrir el castigo que a nosotros correspondía por nuestros pecados y darnos la posibilidad de entrar en el Reino de los Cielos que permanecía cerrado para nosotros. Así, aquellos que amen a  Dios con todas sus fuerzas y cumplan sus mandamientos, aquellos que logren vivir en santidad y gracia de Dios, podrán ser admitidos tras la muerte.

¿Qué pasará con el resto? Pues que tras la muerte les esperará el fuego eterno.

Es una triste realidad, pero para entender la buena noticia de Cristo antes debemos entender la mala noticia que espera tras la muerte si no nos esforzamos en seguir el buen camino.

Uno no puede amar a Dios si se ama a sí mismo, si únicamente piensa en su bienestar, si vive en la tierra como si fuese su destino final y no como un lugar pasajero destinado únicamente a ganarnos el Cielo.

La decisión es nuestra: Cielo o infierno, pero esta decisión hemos de tomarla aquí y ahora y confirmarla con nuestras obras. Tras la muerte no habrá posibilidad de cambio alguno y les aseguro que para muchos habrá sorpresas.

Que el Señor nos de la gracia necesaria para vivir de manera en que podamos presentarnos dignamente ante el Tribunal de Cristo.

EVANGELIO JUEVES 23 DE ENERO 2014

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 3,7-12.
Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.
Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.
Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.
Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».
Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.

Palabra del Señor

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Para comentar este evangelio vamos a centrar nuestra atención en estas dos últimas líneas del mismo:

Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».
Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.

Aunque pueda sonar algo abstracto, esta frase es más actual de lo que pudiese parecer, pero no se trata de una metáfora.

Los espíritus malignos conocen al Señor, saben que Él es el que es, y son capaces de reconcerle a Él y a cualquiera de sus fieles discípulos en cualquier lugar donde se encuentren.

La pregunta es, ¿Por qué no les deja hablar hacerca de su naturaleza?

Porque los espíritus inmundos y sus siervos, o sea, aquellas personas que viven en su poder -que no tienen que estar poseídas, sino únicamente ser pecadores empedernidos- jamás deben ser escuchados, ya que son mentirosos por naturaleza y no buscan otra cosa que engañar.

Tal vez en un primer lugar mostrarán su cara más alegre, proclamando verdades que todos aceptan, como que Cristo es el Hijo de Dios, pero estas verdades solo son el señuelo de su trampa mortal para que los pobres incautos bajen la guardia y puedan injectarles su veneno.

¡Cuantos falsos profetas hay en el mundo proclamandose ser elegidos de Dios cuando en realidad sus doctrinas proceden directamente del abismo! Sean precavidos porque en los últimos tiempos el engaño es tan grande que aun los mismos elegidos podrán caer en sus redes. El veneno de la Nueva Era está acechando por doquier y su objetivo, que es la consecución de su Religión Global, está a nuestro pesar más cerca que nunca.

Fundamenten su vida de fe en la oración asidua, los sacramentos y el estudio de la Verdadera y Santa Doctrina Católica presente en los catecismos tradicionales ya que ésta no puede ser adulterada por nuevas tendencias. Aseguren sus vidas en la Roca de Cristo y refugiense al amparo de la Santisima Virgen, oren incesantemente para no ser engañados y perseveren hasta el fin para ser salvos.

Que Dios se apiade de nuestra alma.

LA VERDAD SOBRE EL HALLOWEEN

LA VERDAD SOBRE EL HALLOWEEN

Historiadores y un arqueólogo, satanistas, expertos en sectas y testigos coinciden en identificar a Halloween y la noche del 31 de octubre, como incompatible con la Fe, Dios y la Iglesia.

SAMHEINEs Blanche Barton, líder de la denominada “Iglesia de Satán” quien en el portal web de esta entidad realiza una profusa alegoría de Halloween y una de cuyas afirmaciones hemos plasmado en el titular. Reconoce así la identidad, valor espiritual y desafíos que tiene para los satanistas la popularmente conocida como Noche de Brujas. En sus afirmaciones Barton reproduce las creencias que el fundador de esta organización, Anton Szandor LaVey, transmitió a sus discípulos en su principal obra que recopila escritos anteriores sobre el Demonio y prácticas de sus seguidores… la Biblia Satánica.

La contundente declaración del titular, unida al revelador testimonio de un ex sacerdote satánico recientemente publicado en Portaluz, deberían bastar para que cualesquier católico tomara distancia de esta celebración. Sin embargo, la fuerza del mercado que obtiene billonarias ganancias con Halloween logra permear mentes y establecer sus argumentos…

¿Qué de malo tiene disfrazarse y que los niños pidan dulces?, dicen sus defensores en las redes sociales. Incluso, agregan otros, las populares diabladas (danzarines que portan máscaras demoníacas) de los países altiplánicos con sus bailes y fiesta expresan la devoción de la Fe y tienen también un origen pagano.

Pero la verdad es que –a diferencia de esas expresiones de religiosidad popular- Halloween no rinde culto ni a la Virgen, ni a Cristo, ni menos a los santos, cuyo día de celebración es el siguiente 1° de noviembre.

Las diferentes expresiones de culto al demonio y al mal que suceden en Halloween -claramente opuestos a la Fe, Dios y la Iglesia-, según confidencian los propios satanistas citados, tienen su origen antes de Cristo…
El sacerdote experto en sectas Manuel Guerra, en su «Diccionario enciclopédico de las sectas», confirma lo declarado por los propios satanistas señalando que Halloween es el «aquelarre más solemne e importante de las brujas, celebrado en la noche del 31 de octubre. Lo es por señalar el comienzo del Año Nuevo satánico».
Los historiadores Nicholas Rogers (Obra: Halloween: From Pagan Ritual to Party Night, pp. 11-21) y John Gregorson Campbell (Obra: The Gaelic Otherworld, pp.559-562), parecen confirmarlo. Señalan que la fiesta de Halloween surge como fusión de dos festividades paganas. Una, de hace dos mil quinientos años, según indican, es la celta Samhain para señalar el fin del año y adorar a su dios el «señor de la muerte», o «Samagin». Rogers y Campbell señalan que los celtas creían que la noche del 31 de octubre, al celebrar Samhain, “se abría la ventana que separaba a los muertos de los vivos, y que aquellos despertaban y se aparecían en los hogares para imponer sus demandas”. Líderes de esta festividad eran los sacerdotes Druidas, de quienes el arqueólogo Stuart Piggott, en su obra Los druidas (1968), dando crédito a las fuentes grecorromanas, señala que en esta celebración de culto al Señor de la Muerte los Druidas “realizaban sacrificios humanos”.SAMHEIN

Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhain, fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad.

Creían que aquella noche el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche y haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Sin duda Samhain no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte.

Aquellos desafortunados también creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras. Estas hogueras tuvieron su origen en rituales sagrados de la fiesta del sol. Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándole alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos sus miradas amenazantes.

Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.

La costumbre de pedir dulces conlleva un origen aún más perverso. Durante el siglo XVI, Inglaterra había adoptado el Anglicanismo a causa de la lujuria del rey Enrique VIII, a quien el Papa Clemente VII le negó una nulidad matrimonial con Catalina de Aragón, generando la ruptura de la fidelidad religiosa.

A causa de esta ruptura y el surgimiento del anglicanismo, el pueblo católico fue perseguido por casi 200 años, incluso estaba prohibida, bajo pena de muerte, toda celebración religiosa católica. No sobra decir que durante esta época, muchos católicos, sacerdotes, religiosos y laicos encontraron el martirio.

Siendo el Rey de Inglaterra Jaime I, se descubrió un intento de asesinato en su contra por parte de católicos cansados de la opresión legal y religiosa. Para conmemorar este hecho, se fue haciendo costumbre en los primeros días del mes de noviembre, que jóvenes anglicanos, con máscaras, salieran a las calles a exigir a los católicos que les entregaran cerveza y comida para celebrar el fallido intento de asesinato.

Estas costumbres emigraron y se arraigaron en las comunidades de colonos en América, pero no fue hasta el surgimiento del mercantilismo que el Halloween tomó fuerza. Es a partir de la década de los 20’s del siglo pasado que se conmemoró por primera vez un desfile al estilo Halloween en los Estados Unidos.

La historia, los datos de testigos ex satánicos y los mismos satanistas que la señalan como devocional al Demonio (independientemente del escándalo de las cifras económicas despilfarradas en la celebración) son elementos claros que la participación (especialmente de niños, adolescentes y jóvenes) no colabora a la vida de fe. ¡No hay un Halloween católico!
Autoridades de Iglesia, como el Arzobispo de Turín, Monseñor Cesare Nosiglia, han señalado que los creyentes deben excluirse de esta festividad… «Tal fiesta no tiene nada que ver con la visión cristiana de la vida y de la muerte –enfatizó el prelado–. Y el hecho de que se celebre tan próxima a la fiesta de los santos y del sufragio por los difuntos es un riesgo, desde el punto de vista educativo, de desnaturalizar el mensaje espiritual, religioso, humano y social de estos momentos fuertes que la fe cristiana lleva consigo».

Coincidente con el arzobispo, Aaron Hostetter, joven columnista católico escribe al respecto de Halloween:
“¿Quieres saber cuál es la verdadera belleza de fiesta que un católico está llamado a celebrar el 31 de Octubre? …Que es la Víspera de la Fiesta de Todos los Santos. Celebramos a miles de mujeres y hombres que en más de 2000 años de historia de la iglesia proclamaron, testimoniaron y murieron por la verdad de nuestra Fe: Jesucristo”.SOY CATÓLICO - NO AL HALLOWEEN

Dí NO al Halloween. El católico ilustrado que conoce todo esto no puede ser un borrego manipulado por intereses comerciales que ignorando el verdadero significad de este «festejo», quieren imponérnoslo en su beneficio. Lo triste y penoso es que hasta algunos colegios que se denominan católicos hacen el juego a todos estos intereses con el lamentable silencio de los padres de familia.

EVANGELIO VIERNES 25 DE OCTUBRE 2013

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 12,54-59.
Dijo también a la multitud: «Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede.
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo».

Palabra del Señor

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La explosión tecnológica del siglo XX ha permitido al hombre escudriñar cielos y tierra y lograr un avance en el conocimiento jamás visto en la historia de la humanidad. Se avanza a pasos tan agigantados que muchos temen incluso que se pierda el control en algún momento, y todo termine pasando factura.

Temas como la manipulación genética, clonación, la posibilidad de evolución artificial del ser humano hacia cíborgs o hombres-maquina con características mejoradas, la manipulación del clima y su empleo en contexto bélico, etc… plantean nuevos retos morales que muchos pasan por alto deleitándose en jugar a ser Dios.

El ser humano se regocija de su capacidad y potencial avanzando día a día hacia límites más peligrosos.

Nunca jamás en la historia se había llegado tan lejos, y en medio de esto, el Señor nos da un toque de atención:

¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?

Ciertamente, estos tiempos en que vivimos son más allá que una simple época de la historia. Vivimos en el tiempo de los tiempos, en los últimos tiempos, o mejor dicho, en el fin de los días.

¿Cuánto más creemos que el Señor esperará cuando ya se han dado de golpe todas las condiciones que anteceden a su venida?

Sin duda, el tablero está preparado, pero hay una cosa que todavía le retiene. Todavía no se ha manifestado el impío, el hombre de la perdición, el anticristo.

Y su venida, la venida de aquel que se hace pasar por Cristo para engañar a la humanidad entera y arrastrarla al abismo de su perdición, está siendo preparada desde hace años por su séquito, por la sinagoga de Satanás, es decir, por la masonería.

Nuestro Señor nos da un consejo, nuestra única baza en esta batalla espiritual, y nuestra única salida.

Debemos convertirnos, y saldar nuestras deudas con la Divina Justicia mientras aún tenemos tiempo, porque el tiempo se agota, nuestra vida pasa, y cuando menos lo esperemos nos estaremos presentando ante Él.

Debemos pues, resistir firmes en la fe en los tiempos tan difíciles que nos toca vivir, aferrarnos al Señor por medio de la oración y los sacramentos  y hacer todo lo posible por salvar almas.

Que el ejemplo de la Santísima Virgen nos conceda la fortaleza y la confianza necesaria para acompañar a Cristo y su Santa Iglesia hasta el calvario y permanecer en pie sin desfallecer hasta el final, pese a que todo parezca humanamente perdido.

EVANGELIO MIÉRCOLES 9 DE OCTUBRE 2013

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 11,1-4.
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».
El les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino;  danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».

Palabra del Señor

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El ser humano, desde su caída en el pecado y su destierro del Paraíso, siempre ha tenido la necesidad de buscar a Dios. Sin embargo, Satanás se las ha arreglado para sembrar confusión de tal modo, que con falsos credos e ideologías consigue apagar esa tendencia innata para mantenernos lejos de la verdad.

En el mundo proliferan cada vez más nuevas formas de espiritualidad y meditación, que tratan de extenderse tratando de llegar a influir a los propios cristianos bajo pretextos de salud.

Es así como muchos cristianos incautos buscan nuevas maneras de orar basándose en esas espiritualidades paganas, dejándose llevar por ritmos y música hipnótica mientras “alaban a Dios”, o bien tratando de canalizar sus energías entre plegarias a “Cristo”.

Hermanos, no podemos ni debemos juntar la Verdad Salvífica de Cristo con doctrinas de demonios. Pese a que muchas veces se presenten bajo formas inocuas y atractivas, todas esas espiritualidades paganas y falsas religiones vienen y conducen directamente al infierno. Debemos, pues, huir de ellas como de la peor de las pestes.

Nuestro Señor no nos enseñó eso.

Los católicos debemos seguir los mandatos de Cristo y rezar con la oración que Él mismo nos enseñó, y las demás oraciones que nos ha enseñado la Santa Iglesia, oblación perfecta y agradable al Señor, que santifica y concede la gracia santificante necesaria para transformar al pecador arrepentido en el más grande santo.

Esforcémonos en cuidar la oración, porque es arma de doble filo para luchar contra las tentaciones del maligno, contra las propias debilidades y contra las presiones de un mundo que nos quiere arrastrar con él en su camino a la perdición.