EL USO DEL VELO EN LA SANTA MISA

EL USO DEL VELO EN LA SANTA MISA

Velo«De acuerdo al Código de Derecho Canónico y a una costumbre inmemorial, las mujeres tienen la obligación, aun hoy en día, de cubrir sus cabezas en presencia del Santísimo Sacramento»

Durante 2000 años, las mujeres católicas han cubierto su cabeza con un velo antes de entrar a una Iglesia o siempre que estuvieran en presencia del Santísimo Sacramento (por ejemplo, durante las visitas a enfermos con la Sagrada Eucaristía). El Código de Derecho Canónico de 1917, en el canon 1262, obligaba a las mujeres a cubrir sus cabezas «especialmente cuando se aproximan a la mesa sagrada».

Durante el Concilio Vaticano II, los periodistas preguntaron al entonces P. Bugnini si las mujeres deberían seguir cubriendo sus cabezas. Él respondió que ese tema no había sido discutido. Los periodistas asumieron su respuesta como un “no”•, publicando esta información errónea en los diferentes periódicos alrededor del mundo. Desde entonces, la mayoría de las mujeres católicas abandonaron la tradición.

Después de muchos años de repudio al velo, en especial por parte de las mujeres, el Vaticano, no queriendo ser antagónico o contrariar a las feministas, simplemente pretendió que el tema no existía. Es más, cuando se compuso el Código de Derecho Canónico de 1983, el uso del velo directamente no se mencionó (obsérvese que no se abrogó, sino simplemente no se mencionó).De todas formas, los cánones 20 y 21 del Código de Derecho Canónico de 1983 dejan en claro que una ley canónica posterior abroga una ley canónica precedente únicamente cuando lo hace explícitamente y que, en caso de duda, la revocación de la ley precedente no debe ser asumida. Por lo tanto, de acuerdo al Código de Derecho Canónico y a una costumbre inmemorial, las mujeres tienen la obligación, aun hoy en día, de cubrir sus cabezas en presencia del Santísimo Sacramento.

El uso del velo en el cristianismo es sumamente importante y no un tema que le concierne “sólo” al Código de Derecho Canónico, sino a dos milenios de Tradición de la Iglesia, extendiéndose al Antiguo Testamento y a exhortaciones en el Nuevo Testamento. Al respecto, San Pablo escribió:

1 Corintios 11, 1-16
«Sed imitadores míos, como también yo lo soy de Cristo. Os alabo porque en todo os acordáis de mí y guardáis las tradiciones con firmeza, tal como yo os las entregué. Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza. Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada. Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello, o raparse, que se cubra. Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer sino la mujer del hombre; pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles. Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer: Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios. Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios».

De acuerdo a la enseñanza de San Pablo, las mujeres deben usar el velo como signo de que la gloria de Dios, no la propia, es el centro del culto. También como signo externo del reconocimiento, y sumisión, de la autoridad, tanto de Dios como de los esposos (o de los padres, de acuerdo al caso), y del respeto a la presencia de los Santos Ángeles en la Divina Liturgia. En el uso del velo se refleja el orden divino invisible y lo hace visible. San Pablo presenta esto claramente como una ordenanza, ya que es la práctica de todas las iglesias.

Si se lee detalladamente este pasaje de la Biblia, podrá notarse que San Pablo nunca se sintió intimidado al romper tabúes innecesarios. Fue él quien enfatizó, una y otra vez, que la circuncisión y que la Ley Mosaica en su totalidad no eran necesarios, ¡dirigiéndose a los cristianos hebreos! La tradición y las ordenanzas sobre el uso del velo son asuntos en los cuales San Pablo no estaba influenciado por su cultura. El velo es un símbolo tan relevante como la sotana del sacerdote y el hábito de la monja.

Obsérvese también, que San Pablo no se comporta, de ninguna manera, como un “misógino” [”con odio hacia las mujeres”, N.del T.]. Él asegura que, mientras la mujer está hecha para la gloria del hombre al igual que el hombre está hecho para la gloria de Dios, «en el Señor ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios». Los hombres necesitan de las mujeres; las mujeres necesitan de los hombres. Pero poseen diferentes roles, iguales en dignidad, y todos para la gloria de Dios (¡y, por supuesto, con un trato absolutamente equitativo en cuestiones de caridad!). El velo es un signo del reconocimiento de estas diferencias entre unos y otros.

El velo es, también, un signo de modestia y castidad. En los tiempos del Antiguo Testamento, descubrir la cabeza de una mujer era visto como una forma de humillarla, o de castigar a las mujeres adúlteras y a las que transgredían la Ley (por ej. Núm. 5, 12-18; Is. 3, 16-17; Cantares 5, 7). Una mujer hebrea nunca hubiera ni siquiera soñado con entrar al Templo (o más tarde, la sinagoga) sin cubrirse la cabeza. Esta práctica, simplemente, continuó en la Iglesia Católica.

AQUELLO QUE SE CUBRE CON VELO ES SAGRADO

Obsérvese lo que San Pablo dice: «si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria. Pues a ella el cabello le es dado por velo». Las mujeres no usan velo por un cierto sentido “primordial” de vergüenza femenina; lo que cubren es su gloria, de tal manera que, en cambio, sea Él glorificado. Se cubren con un velo porque son sagradas, y porque la belleza femenina es increíblemente poderosa. Y para mayor credibilidad, obsérvese cómo la imagen de la mujer es usada para vender cualquier cosa, desde champú hasta autos usados. Las mujeres necesitan entender el poder de la femineidad y actuar acorde a ello, siguiendo las reglas de la modestia en el vestir, incluyendo el uso del velo.

Mediante la renuncia de su gloria a la autoridad de sus maridos y de Dios, las mujeres se someten a ellos de la misma manera que la Santísima Virgen se sometió al Espíritu Santo («que se haga en mí según Tu palabra»); el velo es un signo tan poderoso -y hermoso- como lo es cuando un hombre se pone de rodillas para pedir a su novia que se case con él.

Ahora, considérese qué otra cosa estaba cubierta con velo en el Antiguo Testamento: ¡el Santo de los Santos!

Hebreos 9, 1-8
«Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y el santuario terrenal. Porque había un tabernáculo preparado en la parte anterior; en el cual estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados; éste se llama el Lugar Santo. Y detrás del segundo velo había un tabernáculo llamado el Santo de los Santos, el cual tenía el altar de oro del incienso y el Arca de la Alianza cubierta toda de oro, en la cual había una urna de oro que contenía el maná y la vara de Aarón que retoñó y las tablas del pacto; y sobre ella estaban los querubines de gloria que daban sombra al propiciatorio; pero de estas cosas no se puede hablar ahora en detalle. Así preparadas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente al primer tabernáculo para oficiar en el culto; pero en el segundo, sólo entra el sumo sacerdote una vez al año, no sin llevar sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia. Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto: que el camino al Santo de los Santos aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie».

El Arca de la Antigua Alianza era conservada detrás del velo del Santo de los Santos. Y en la Misa, ¿qué es lo que se conserva cubierto con un velo hasta el Ofertorio? El Cáliz, el recipiente que contiene la Preciosísima Sangre. Y, entre Misas, ¿qué es lo que se encuentra cubierto con un velo? El Copón en el Sagrario, el recipiente que contiene el mismo Cuerpo de Cristo. Estos recipientes de vida están cubiertos por un velo porque son sagrados.

¿Y a quién se ve cubierta siempre con un velo? ¿Quién es la Santísima, el Arca de la Nueva Alianza, el Vaso de la Verdadera Vida? Nuestra Señora, la Santísima Virgen María, y, al usar el velo, las mujeres la imitan y se afirman como mujeres, como vasos de vida.

Este solo acto, superficialmente pequeño, de cubrirse la cabeza con un velo es:
• Riquísimo en simbolismo: de sumisión a la autoridad; de entrega a Dios; de imitación a Nuestra Señora que expresó su ‘fiat’; de cubrir la gloria propia por la gloria de Dios; de modestia; castidad; de vasos de vida, como el Cáliz, el Copón y, especialmente, la Santísima Virgen María.
• Una ordenanza apostólica -con profundas raíces en el Antiguo Testamento- y, por lo tanto, un asunto de intrínseca Tradición.
• La forma en que las mujeres católicas han rendido culto durante dos milenios (y, aun cuando no sea una cuestión de la Sagrada Tradición en un sentido intrínseco, es, al menos, una cuestión de tradición eclesial, que debería también ser conservada). Es nuestra herencia, una parte de la cultura católica.

MUJERES, CÚBRANSE LA CABEZA,
AUN SI ESTÁN VISITANDO UNA PARROQUIA EN DONDE NO SE USE VELO
Y SEAN LA ÚNICA MUJER QUE LO HAGA.
PERMANEZCAN FIELES A LA TRADICIÓN, A LA ESCRITURA,
CON SU PROPIO DESEO DE ENTREGA A DIOS.
NO TEMAN…
Y CARITATIVAMENTE ANIMEN A OTRAS MUJERES A HACER LO MISMO,
ENSEÑÁNDOLES LO QUE EL VELO SIGNIFICA.
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(Artículo original de Esteban Acevedo)

FEMINISMO Y CRISTIANISMO

Feminismo El feminismo, como se ha comentado en el post  La «Liberación» femenina, es un movimiento ideológico creado únicamente para destruir la familia, desestructurar la sociedad y crear una nueva generación de «ni-nis» (ni valores, ni principios) que sean facilmente manipulables.

Palarelamente a este objetivo, se encuentra otro si cabe más profundo y más preocupante: la destrucción del cristianismo.

Es curioso como desde el principio de la historia, el mal sedujo a la mujer para tentar al hombre y que ámbos cayeran en el abismo de la perdición, condenando con ellos la humanidad (Vease Génesis capitulo 3). No es sorprendente, que Satanás y sus secuaces vuelvan a utilizar a la mujer para llevar a cabo sus planes.

Pero no debemos entender este movimiento como que la mujer es el eslabón débil, más bien, se trata de que la mujer siempre ha sido y será el corazón y el centro de la familia, formando a las nuevas generaciones y gestionando que todo funcione correctamente en la vida familiar. De esta forma, minando la base, toda la estructura familiar se vendrá abajo.

Ya en el mundo animal, las madres dan la vida por defender a sus crías y curiosamente, ya comprobamos con nuestros propios ojos, que los mismos animales son más humanos que la propia humanidad, pues ya no solo es legal asesinar a tus hijos antes de que nazcan, sino que hasta la sociedad lo recomienda en una lista interminable de situaciones.

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Sin la mujer, la familia se hunde… pero, ¿puede el feminismo afectar al cristianismo? Pues sí, desde el momento en que se anteponen los intereses personales a la Voluntad de Dios, y se puede afirmar tajantemente que, toda ideología que anteponga el YO a Dios es anticristiana, ya que atenta contra el primer y más importante mandamiento de la Santa Ley: Amarás a Dios sobre todas las cosas.

Veamos algunos ejemplos de como el feminismo es anticristiano:

-Ataca a la Santa Iglesia: Ya que el feminismo no puede tolerar que el hombre y la mujer tengan diferentes misiones de igual dignidad. Por mucho que se empeñen en proclamar lo tolerantes que son, jamás apoyarán nada que las diferencie del hombre. Y en caso de la Iglesia, la existencia de cargos diferentes para hombres y mujeres supera su comprensión.

Para el feminismo, la importancia del cargo se mide por el éxito e influencia y no por el cargo en sí, al que Dios te ha llamado. Por tanto, no son capaces de tolerar que el sacerdocio esté restringido a varones, aun cuando el mismo Dios así lo ha establecido. Y pensemos una cosa, ¿Qué es más: ser un siervo o una esposa? Como bien sabemos, la esposa se hace un solo ser con su esposo, y en este caso, el Esposo es Cristo, por tanto, hasta casi debería suceder que los mismos sacerdotes suspiraran por tener un cargo que les hiciese tener tal vínculo con Cristo. Pero no es así, ya que ellos mismos encarnan a Cristo con sus actos. Por tanto, el objetivo no es ser más en este mundo, sino ser lo que Dios te pide que seas en el tiempo que se nos ha dado amándolo con todas nuestras fuerzas. No pretendamos ser más que el mismo Cristo que se rebajó hasta tal punto que, aun siendo Dios, dió su vida por las criaturas que le volvían la espalda.

Igualmente, está la acusación de que la Santa Iglesia está estancada en el pasado, olvidándose de que la Ley de Dios y su Palabra son Inmutables ya que son la Única Verdad.

Los argumentos feministas contra la Santa Iglesia son muchos y diversos, pero la blasfemia es la misma.

-Ataca a Sagradas Escrituras: Como la Santa Biblia se ha escrito en una época considerada «machista», pese a que la Ley de Dios, su Voluntad y mandatos jamás lo han sido, el feminismo trata de emplear esto como arma para llegar a afirmar que la misma Palabra de Dios no es vigente y carece de valided.

El Antiguo Testamento es despreciado de un plumazo porque malinterpretan intencionadamente como Palabra de Dios hechos que describen el comportamiento de la sociedad hasta la época de Cristo, y en muchos casos se describen algunos atropellos contra la dignidad humana, ya no solo femenina, que únicamente tienen como objetivo reflejar la maldad existente y el pecado que lleva a la muerte en contraposición a la Misericordia de Dios, que busca la conversión sincera de toda la humanidad, única vía para escapar de las garras de Satanás.

El Nuevo Testamento, y especificamente sanPablo, son acusados, sin motivo alguno, de atentar contra la dignidad femenina. Supuestamente, la santificación humana no sigue los mismos criterios que ellos defienden y por tanto, deben ser suprimidos.

Además, incluso llegan a afirmar sin tapujos que la Palabra de Dios, no solo no es tal, sino que ha sido escrita por hombres como herramienta de sometimiento contra la mujer. Tal blasfemia solo puede equipararse a las del punto siguiente.

-Ataca al mismo Dios: El último objetivo, y el más importante de esta ideología es atentar contra el mismo Dios, ya no solo haciendo que la humanidad se aleje de Él y del único medio de salir de los tormentos eternos a los que se dirigen negando su existencia, sino que le ridiculizan tanto a Él como a su Palabra con frases que no voy a repetir.

Paralelamente, el sacrificio de millones de inocentes a diario por el aborto, junto con la jactancia y desfachatez de los que lo llevan a cabo alentados y sostenidos por Satanás, es el hecho más brutal acontecido sobre la faz de la tierra. Satanás con sus secuaces se jactan a cada segundo de aniquilar a las criaturas del Señor con total impunidad.

¿Cuanto tiempo tendrá que soportar la brutal tortura y masacre de inocentes? Son millones sumándose día a día clamando justicia ante el Trono de Dios, que únicamente detiene su Mano la intercesión de su Hijo Jesucristo por los méritos de su Pasión. Pero el Tiempo de Misericordia no durará eternamente.

Podríamos seguir hablando eternamente de todas las implicaciones de esta ideología demoníaca, pero realmente no buscamos eso, sino únicamente desenmascarar los peligros que esconde para que nadie se deje seducir y engañar por ellas.

El feminismo es ANTICRISTIANO, y si todavía lo dudais, analizad por vosotros mismos los frutos que ha producido esta ideología.

Cristo es el único Camino, la única Verdad que conduce a la Vida: o con Él o con Satanás, no hay término medio ya que en esta batalla solo hay dos bandos.

«El que no está Conmigo está contra Mí» (Lu 11,23)

¡Viva Cristo Rey!

¡A Él todo el Honor y la Gloria por los siglos de los siglos!

LA «LIBERACIÓN» FEMENINA

liberacion femeninaEn el último siglo han proliferado diferentes movimientos para la liberación de la mujer del yugo opresor de la sociedad machista. Estos movimientos agrupan a bienintencionadas mujeres que luchan por conseguir la igualdad legal con el hombre, algo ya obtenido por sus predecesoras incluso años antes de la creación de las corrientes de liberación de la mujer.

Estos movimientos de liberación femenina nacidos en los años sesenta no buscan otra cosa que el sometimiento y denigración de la mujer de un modo tal que supera a todos los anteriores en la historia. ¿No lo cree? Solo analice los síntomas y las consecuencias:

Antiguamente el rol femenino se restringia al cuidado del hogar y a ser una buena madre de familia, mientras el hombre era el que traía los ingresos a casa.  Los niños estaban siempre acompañados y eran educados en valores, la casa arreglada y con un solo sueldo vivia una gran familia sin problemas. El matrimonio estable permitía a la familia crecer en el amor y la confianza mútua, luchando en conjunto por un bien común y entregandose mútuamente para el bien de la unidad familiar. Cada miembro de la familia tenía bien definido su rol y la repartición de tareas existente permitia a ambos combinar sus deberes con su tiempo libre.

Actualmente, ese prototipo se ha roto por completo y la mujer actual se enfrenta a una jornada laboral completa, en la que tiene que rendir tanto o más que un hombre. A esto se le suma la atención del hogar, que por mucho que se hable de la repartición de tareas, el peso e la casa acaba cayendo sobre la mujer, al menos la mayor parte del mismo.

machismo-feminismoEl hombre, en lugar de un compañero, se ve como un rival, y por tanto, la falta de confianza mutua mina al propio matrimonio en su base, y éste pierde el sentido de entrega mutua para ser el medio de satisfacción de los intereses personales e individuales de cada una de sus partes. De esta forma, en el momento en que esos intereses egocentristas dejen de cumplirse, el matrimonio ya no tiene sentido y así, el matrimonio como unión estable pasa a ser un yugo y un impedimento para cumplir la voluntad de cada conyuge por separado.

Este sin sentido del matrimonio hace especialmente vulnerable a la mujer, ya que se ve instrumentalizada dentro y fuera del matrimonio. Pasa a ser un objeto de consumo que se desecha una vez que no interese. De este modo, lo quiera o no, a parte de todas las obligaciones que debe tener la mujer en esta liberación femenina de trabajo y casa, se suma una tercera que es el estar siempre y a todas horas bella. De este modo, en su día a día se deberán reservar varias horas para gimnasio, maquillaje, tratamientos de belleza que permitan cumplir lo que se espere de ella, pues si no lo hace, su matrimonio e incluso el puesto de trabajo pudieran llegar a estar en peligro.

A esto se le suma la atención a los hijos, a los que se ve como un estorbo ya que despues de una doble jornada laboral (trabajo y casa) nadie se encuentra con energias ni humor para atenderlos y en el mejor de los casos acaban relegados a un internado o a una canguro  que se ocupan de su educación. En las familias peor avenidas, el instrumento de control de masas denominado TV sustituye el amor paterno y proporciona al niño los «valores idóneos» que le permitirán llegar a ser el mejor borrego del sistema.

Estos son solo varios ejemplos de las «ventajas» que ha tenido y tiene la liberación de la mujer para ella misma y para la sociedad. Evidentemente, estos movimientos no han sido tan bienintencionados ni casuales como los quieren hacer ver: la destrucción de la familia tradicional forma parte de los planes del Nuevo Orden Mundial, y su agenda se está cumpliendo al detalle.

La cúspide de los logros de este movimiento de liberación femenina, fue la obtención del derecho para el asesinato de sus propios hijos en su vientre, transformando así el lugar más seguro del mundo para el crecimiento de una nueva criatura, en una sala de tortura y matanza indiscriminada.

Esto es el progreso que tanto defienden, y se sigue queriendo avanzar en esta dirección. Por sus frutos los conocereis… ¡Que Dios nos coja confesados!

Solo queda por añadir que soy mujer, católica y orgullosa de ser ambas cosas.

¡Viva Cristo, viva la Familia y vivan el Hombre y la Mujer creados a imagen y semejanza de Dios!