Los descubrimientos científicos recientes desmontan por completo la teoría de la evolución en pos del Designio Divino.
En el combate ciencia vs. religión -creado e incentivado unicamente por aquellos que, movidos por Satanás, no son capaces de ver más allá de sus propias mentiras tratando de justificar su existencia depravada en la negación rotunda de Dios- se ha dado un giro inesperado y aquellos que confiaban únicamente en la ciencia amparandose en la evolución para explicar la existencia en este planeta, han podido contemplar como han sido vencidos en su propio campo y con sus propias armas.
La Verdad triunfa. La creción entera proclama la Gloria del Creador y la ciencia, como buscadora de la verdad, no puede negar las evidencias.
Otro tema, es que muchos cientificos y personas de a pie, cegados por su orgullo, osen ir en contra de toda lógica y traten de hacer una ciencia sesgada que en lugar de buscar la verdad, solo busque el justificar la iniquidad del estado en el que viven, de negación del Señor. Emplearán la mentira al igual que lo ha hecho su señor desde su rebelión, para perseguir, calumniar, hundir y silenciar todas las voces que proclamen la Verdad de la Existencia.
No es de extrañar que las élites del Nuevo Orden Mundial empleen la teoria de la evolución como parte de su adoctrinamiento, bombardando a los niños desde la más tierna infancia con toda clase de teorias y argumentos falsos, parciales y contra toda lógica para mantenerlos alejados de la única Verdad que puede hacerles libres.
En nuestras manos está el ser totalmente objetivos y buscar sinceramente y de corazón esta la Verdad Absoluta, que sí existe pese a lo que quieran hacernos creer, o bien podemos encerrarnos en nuestro propio orgullo, y tratar de justificarnos con todas las mentiras con las que nos han engañado o con otras nuevas que se nos ocurran. Cada uno es libre de obrar y de elegir sus prioridades. En eso consiste el mayor regalo del Señor, el libre albedrío, ya que Él no fuerza a nadie a amarlo.
Como decía san Agustín, la historia de la humanidad puede compararse a la lucha de dos ciudades:
«El amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, hizo la ciudad del mundo; el amor de
Dios, hasta el desprecio de sí mismo, hizo la Ciudad de Dios». (Ciudad de Dios, libro XIV, cap. XXVIII).
En nuestras manos está decidir cual es la nuestra: Si amamos y deseamos encontrar la Verdad, el camino es Cristo, camino, Verdad y Vida. Si por el contrario amamos la mentira, Satanás, principe de la mentira, pasará a ser inmediatamente nuestro señor. Y esto independientemente de si lo crees o no.
¿Cual será tu elección?¿A quién entregarás tu vida?
Cruzada por Cristo 